miércoles, 21 de noviembre de 2007

Y se marchó por la puerta marchita siguiendo el sol...


Y se marchó por la puerta marchita siguiendo el sol...
(Foto:Los Álamos, Saltillo Coah.)
Dejo este texto escrito hace algún tiempo, no posee nombre aún...Cuando puedan vayan a Los Álamos es un rancho en soledad, pero con mucha magia.
Y esta es la historia:
Con los días lluviosos imagino Macondo, y me da miedo que esta humedad que ahora invade mi cuerpo no se acabe nunca. Como la lluvia que se lleva muchas cosas, la niebla las esconde, quizás por eso huiré de este lugar en cuanto pueda.
Porque, solo quiero pocos días de nostalgia, un domingo tal vez, no semanas enteras, quiero días soleados que me hagan olvidar...

Y es que a él lo seguía la niebla, venía con ella siempre a paso firme... Pero se evaporaba en el momento que decidía tomarse una humeante taza de café que a su llegada lo esperaba sobre la mesa. Al escuchar los mismos pasos en la cocina, una pequeña niña aparecía para acompañarlo. Mientras ella calmaba su sed, poco a poco su curiosidad se ahogaba en un vaso de agua, y el desbordaba palabras a cada sorbo de café.

Aunque lo sabia gordo, fumador, y con mujeres en cada puerto, su actitud bonachona siempre le agradó. En algún momento pensó que sería la más niña de sus ojos, y durante un tiempo lo fue, solo durante un tiempo porque después se convirtió en mujer rodeada por la barba y las manos de su viejo capitán de mar.

A veces la chiquilla se disgustaba al ver las ropas desaliñadas de aquel hombre, pero nunca le importó mucho la apariencia, lo recompensaba la forma de escucharla, de dormirla, de abrazarla, de besarla en la frente...

Finalmente era su propio viejo capitán de mar, sin embargo, sus constantes viajes terminaron por agobiarla y fastidiarla. Ella necesitaba jugar, correr, no solo soñar durmiendo... En realidad no podía vivir de agua y cuentos. Sucedía que, a veces, no era la distancia, no eran los nudos ni las millas marítimas, era el tiempo de sus mentes perdidas, imperfectas y diferentes, era el olvido de décadas lo que terminó con la alegría de la niña.

Quizás él siempre pensó que al igual que su humeante taza de café la niña seguiría en sus ojos.. quizás no se equivocaba... él sigue además, en su corazón, sin embargo, antes de que el viejo capitán haga su último viaje, antes de que el decida zarpar, ella partirá.

Lety Espinoza

viernes, 16 de noviembre de 2007

A veces me levanto sin ganas de hablar...



A veces me levanto sin ganas de hablar... A veces me levanto con un desconocido alo de soledad, voy caminado y a mi paso no encuentro nada que me inspire a seguir, así que regreso a esconderme bajo las sábanas...

Permanezco alejada del ruido instalada en mi propio cuerpo, reconociéndome y observándome en mis propios ojos... Entones... es cuando, a veces me da por danzar en mis pupilas, luego vuelvo a la realidad y estoy preparada para hablar, para hablar con los ojos, con la claridad con la que a veces ellos suelen sacudirme.


Silencio.
Lety Espinoza

martes, 6 de noviembre de 2007

De la mano...



Las dos recorríamos aquellos patios enormes, bajábamos rápidamente por las escaleras, nos escapábamos de clase, y al final siempre nos tomábamos de las manos como dos buenas cómplices. Seguíamos vagando por los salones o los pasillos de la mano, hasta que a ella le sudaba y era tiempo de soltarnos, no se en qué momento del tiempo nuestras manos llegaron a unirse y en cuál segundo se separaron aún más.

El punto es que siempre nos recordamos, recientemente no coincidíamos mucho, uno de éstos últimos cumpleaños se fue antes de que yo pudiera llegar, sin embargo, al recibir su detalle y una notita húmeda por el sudor de sus manos supe que era ella.

Y bueno... Atrás quedó el tiempo de las ilusiones, de los juegos, de las chiflasones, eso se supone... Lo cierto es que la vida nos cambia en un abrir y cerrar de ojos y es justificable que no lo asimilemos y que tratemos de opinar e intervenir para que la vida se detenga, pero es imposible, en fin...

Después de 7 o 6 meses de trabajar en mi mente y de haber llorado un día o dos o tres por la vida, sí, por la vida de ella que cambiaba, por la vida que venía, por el nerviosismo, por mí nerviosismo, por mi falta de juicio, por mi egoísmo, por mis miedos que no son sus miedos, ya... estoy libre! estoy feliz! viene la paz!

Ironías de la vida, las dos volvimos al mismo lugar en que crecimos... Y ahora ella no viene sola, ahora todos esperamos con ansia su nueva acompañante.

Las dibujo, e imagino que será una pequeña de ojos claros y enorme pelo rizado y que caminarán mucho, mucho de la mano...

Renata y Julia las quiero...




Lety Espinoza

Partos convertidos en duelo.

  Por: Leticia Espinoza "Por violencia obstétrica pude no haber nacido, pero aquí estoy para luchar por todas", se leía en el letr...