lunes, 14 de enero de 2008

Voz de Dios en el silencio Algunas repicaron hasta el cansancio



Voz de Dios en el silencio....


Algunas repicaron hasta el cansancio



Por las campanas de Monclova detente pergrino y pregunta el por que de estas
campanas sin vibración, sin hálito, sin eco. Contemplalas heráticas y uniciosas,
duerme en sus gritos rotos en el murmullo del viento. Testigos de una historia
de añoranzas, eran la voz de Dios en el
silencio.

Fray Gerónimo Verduzco.



Zócalo Monclova/ Lety Espinoza

Parafraseando al misionero guadalupano Adolfo Fermín Parra González, el sentido religioso de las campanas significa: “la voz de Dios que llama al hombre al encuentro de la iglesia”.
Sinembargo, en Monclova las campnas no solamente se utilizaron para convocar a la feligresía al acto religioso de la misa, puesto que según el señor Héctor Manel Rodríguez las campanas fueron una especie de reloj para la población.
Por medio de los llamados a misa la gente podía escuchar las campanas de 7, 12 y 6 de la tarde.
Con el crecimiento de Monclova el toque de las campanas de la iglesia Santiago Apóstol se perdió, como todo sonido que se esfuma en el viento, pero en el centro de la ciudad los toques aún se escuchan claramente.
Las campanas calladas, así como las que ahora nos invaden con su sonoridad albergan una historia de esfuerzo y amor por parte de muchos forjadores Monclovenses, quienes lucharon para que los llamados angeles metálicos sigan cumpliendo la labor que Dios les encomendó.

Voz de Dios en el silencio


Campanas dormidas.

Las capanas que actualmente están en los monumentos en la parte lateral izquierda de la iglesia Santiago Apóstol datan de los años de 1876 y 1797 desde entonces fueron testigos de la historia de Monclova, incluso su fisionomía fue víctima de la revolución mexicana.
El historiador José Luna Lastra cuenta que en 1914 cuando las tropas de Venustiano Carranza tenían sitiada la región, algunos soldados se refugiaron en la torre del campanario provocando que por los balazos las campanas sufrieran graves averías por el calibre tan grueso de las armas.
Desde entonces el canto entonado de las campanas no fue el mismo, sin embargo perduró hasta 1979, cuando el padre Gilberto Almaraz decide reconstruir la iglesia Santiago Apóstol.
Las campanas acalladas por el paso del tiempo y de ninguna manera castigadas se les rindió honor por haber cumplido su comentido y se optó por fundir unas nuevas para reemplazarlas.
José Luna Lastra narra que las antiguas campanas que ahora reposan en los monumentos, por algún pequeño lapso de tiempo dejaron de sonar debido a que en antaño existió un padre “muy chicharronero” que gustaba de tocarlas bajo ningún horario establecido, lo cual parturbaba a la ciudadanía. Por esta razón el presidente municipal decidió retirarlas del capanario y no devolverlas hasta que el padre acatara las ordenes establecidas por el municipio en llamados normales.Lejos de las marcas que dejó la revolución y la disputa que tuvo lugar entre aquel padre y el presidente municipal, las antoguas campanas no poseen castigos como los que menciona la escritora Ana Clavel para una de las campanas de la catedral metroplolitana, a la cual le quitaron el badajo por haber matado a un jóven aprendiz de campanero mientras la tocaba, y fue hasta el 2000 que el Cardenal Norberto Rivera decidió levantarle el castigo.


Las actuales campanas.

Para nuestros días las viejas capanas en repozo siguen escuchando las vibraciones de las sucesoras.
Así, las campanas principales de la iglesia Santiago Apóstol son muy jóvenes, puesto que en 1979 se inició un comité para la reconstrucción de la iglesia en la que siendo Arturo Villarreal el presidente del mismo se reemplazaron las viejas campanas.
Arturo Villarreal comenta que a petición del padre Almaraz se trajeron a Monclova artesanos del estado de Hidalgo para que fabricaran las nuevas campanas en la ciudad. La propia ciudadanía se hizo parte y conoció el proceso de la fundición de las campanas que pronto escucharían.
En aquellas décadas la gente asistió a la iglesia para donar lleves, joyería de oro y plata que se mezcló con el bronce del que está compuesto la campana principal.
Explica Villarreal que para la elaboración de las campanas la gente fue testigo de su fundición y vaciado, pues se instaló un horno en la parte lateral derecha de la iglesia.
No sólo la población en general participó en la construcción de las nuevas campanas, sino también las empresas como AHMSA dieron dontivos económicos para solventar además los gastos de hospedaje de los artesanos hidalguenses.
La campana principal que fue dedicada a la primera visita a México del Papa Juan Pablo II, así como a la Virgen de Guadalupe, tal como se puede apreciar en la estructura de la misma.
El medallón del Papa Juan Pablo II que fue implantado en el molde de la campana fue elaborado por las manos del escultor monclovense Luis García Rodríguez. Medallón que se dio como regalo al Obispo de la Diócesis en 1979, Francisco Villalobos Padilla quien estuvo presente para la bendición de la reluciente campana que hasta hoy llama a todos los monclovenses a misa.
Al termino de la fabricación de la campana principal, el mismo patronato del cual formó parte: Arturo Villarreal, José Luna Lastra, Ernesto Blacaller (qpd), Leonardo Escobedo, Rafael Infante, Héctor Manuel Rodríguez, Enrique Chapa, y Virgilo Sánchez, decidieron nuevamente recaudar fondos para que se construyera la segunda campana.
Dicha capana que se encuentra en lo alto del capanario y que hace compás al toque de la principal fue dedicada a los forjadores de Monclova, la Señora Lou Pape y Harold R. Pape, así como también a los obreros de AHMSA.

Actualmente se pueden observar 4 campanas en lo alto de la torre del campanario en la Iglesia Santiago Apóstol, dos grandes en la parte frontal y dos más pequeñas en la parte lateral derecha que son las más antiguas.

Voz de Dios en el silencio


El toque una tradición.

A lo largo de las iglesias es muy dificil encontrar un campanero oficial que esté pendiente las 24 horas del toque de las campanas, este noble servicio a Dios se ha pasado de generación en generación entre los laicos que se ponen a disposición de la iglesia para dar el toque en diferentes horarios.
En la iglesia Santiago Apóstol Ricardo Sifuentes Vázquez es uno de los servidores que por más de 20 años ha tocado las campanas en los horarios de la tarde.
Don Ricardo comenta que hace muchos años, a él, lo enseñó Don Pedrito uno de los campaneros de antaño.
A la fecha Don Ricardo da las campanadas de las seis de la tarde, para ello comenta que son 3 toques los que se dan, media hora antes cada quince minutos para que inicie la misa.
“Media hora antes se da una llamada con un toque largo y 33 toques seguidos, y así consecutivamente aumentan los toques largos conforme sean la segunda y tercera llamada, lo que no cambia son las 33 toques seguidos puesto que representa la edad que tenía Jesucristo cuando murioó en la cruz” explicó.
Además de los llamados a misa ordinaria, el campanero menciona que existen otros: para misas de difuntos, para la celebración de los santos patronos de las iglesias, y para la elección del Papa.
Resulta dificil creer que Don Ricardo sea quien suene las campanas, siendo una persona de complexión delgada, puesto que la que a él le corresponde es la principal que pesa más de una tonelada según lo comenta el historiador José Luna Lastra.Para Don Ricardo es un honor ser campanero y ser guadalupano, puesto que mantiene su condición realizando mucho ejercicio. Es éste mismo personaje quien en infinidad de ocasiones ha gitado las vivas a la morenita del Tepeyac en las carreras guadalupanas. Así que por las tardes cuando alguien escuche el llamado a misa que da la grave voz de la campana mayor de la iglesia Santiago Apóstol seguramente es Don Ricardo quien con la fuerza de su corazón la hace vibrar.

Partos convertidos en duelo.

  Por: Leticia Espinoza "Por violencia obstétrica pude no haber nacido, pero aquí estoy para luchar por todas", se leía en el letr...