jueves, 22 de mayo de 2008

No importa que te marches...


Inmóvil nada puede hacer,

más que seguir con la actitud triunfante de siempre,

aparentando orgullos ancestrales que de nada sirven.

Su consuelo es la luz prestada del hijo de Adán,

porque en las noches,

ilumina su propia existencia

y la muchas otras criaturas.

A ella no le importa que te marches

nada puede hacer...

En el fondo guarda seria tranquilidad...

Conoce bien la rutina: volverás temprano y por la tarde te irás.

Círculo eterno...

Fuego lento...

Inmóvil y triunfante la acariciarás,

hasta que se cumpla el hiriente deseo del hijo de Adán...

Lety Espinoza

No hay comentarios:

Partos convertidos en duelo.

  Por: Leticia Espinoza "Por violencia obstétrica pude no haber nacido, pero aquí estoy para luchar por todas", se leía en el letr...