martes, 20 de diciembre de 2016

Sapos y bestias

Para ella nunca fue suficiente tener una historia que contar, siempre le gustaron los relatos complicados, se dio cuenta que podía manejar más de un personaje principal, porque el príncipe no podía ser su único final.  Los príncipes son buenos pero a veces presumidos y aburridos, por eso tenía que probar besar  sapos, ver sí la bestia en realidad era lo que parecía, sí los duendes y las hadas se pueden enamorar, si al cabo de los años, éstos cuentos pueden tener continuidad, si la madurez de las historias inspira otro tipo de finales, y ahí va...

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