martes, 6 de abril de 2021

Partos convertidos en duelo.

 Por: Leticia Espinoza

"Por violencia obstétrica pude no haber nacido, pero aquí estoy para luchar por todas", se leía en el letrero que sostenía Margarita, mientras que al mismo tiempo cargaba a su hija en la marcha del #8M. Su pequeña era el motivo de caminar entre las miles de mujeres que como ella, exigen no ser silenciadas. Su grito fue para que las madres, y el personal del sector salud dejen de normalizar la violencia durante el parto.

En 2014 la ONU señaló que la violencia obstétrica es aquella ejercida por las y los profesionales de la salud sobre el cuerpo y los procesos reproductivos de las mujeres, la cual se manifiesta a través de malos tratos, humillaciones, insultos, amenazas, en algunos casos golpes; negación o rechazo para el acceso a servicios, el abuso de medicación y patologización de los procesos naturales, entre otras formas de discriminación y desvalorización. Se trata de un tipo de violencia que según, María Casas, Presidenta del Colectivo la Manada en Saltillo, se agudizó, desde que la labor de parto se industrializó y el sector salud dejó de ver a las mujeres como seres humanos, convirtiéndolas en máquinas de tener hijos, incapacitándolas para sentir dolor.

Sin embargo, las mujeres son especialmente vulnerables durante el parto y las violencias que sufren en un momento que debería ser el mejor recuerdo de sus vidas se convierte en una tortura, como lo confiesan Margarita y Sofía, quienes lo único que desean en la vida es no volver a ver nunca a sus agresores, los médicos que las atendieron cuando dieron a luz.

REPORTAJE COMPLETO EN:Partos convertidos en duelo :: www.proyectomujeres.com.mx

Soportar o renunciar: víctimas de acoso laboral

Por: Leticia Espinoza

A puerta cerrada te tocan las piernas fingiendo que fue un accidente, te chiflan y te gritan obscenidades en el transporte de personal camino a las plantas industriales, te agreden en redes sociales o te envían pornografía, te desnudan con la mirada, pero no puedes huir, no puedes cambiar de banqueta o perder de vista a tus agresores, porque de ello depende tu percepción económica.

Las mujeres coahuilenses soportan acoso y hostigamiento sexual en sus centros laborales, han sentido miradas lascivas, les han hecho comentarios obscenos, e incluso han sufrido intentos de violación.

La Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia en Coahuila en su Artículo 9 identifica las modalidades de la violencia, entre ellas, la que se ejerce por las personas que tienen un vínculo laboral. Violencias que se presentan una vez o de forma reiterada, como el acoso y el hostigamiento sexual.

Establece que el hostigamiento sexual consiste en "ejercer poder en una relación de subordinación real de la víctima frente al agresor en los ámbitos laboral o educativo, y se manifiesta por medio de expresiones verbales o conductas físicas de connotación lasciva hacia la víctima", mientras que en el acoso sexual, si bien no existe la subordinación, hay un ejercicio abusivo de poder que conlleva a un estado de indefensión y de riesgo para la víctima.

***

Proyecto Mujeres recolectó las voces de 51 mujeres mediante una encuesta en línea para identificar las violencias de índole sexual en el contexto laboral, la contestaron mujeres que en su gran mayoría: cursaron la educación universitaria, son provenientes de la región sureste de Coahuila y trabajan en los distintos sectores económicos, como el educativo, industrial, comercial, entre otros.

REPORTAJE COMPLETO EN: Soportar o renunciar: víctimas de acoso laboral :: www.proyectomujeres.com.mx

Tú decides, ellas te acompañan.

Por: Leticia Espinoza 

A Malú la marcó el caso de una adolescente de 15 años que tras ser víctima de violación sus padres querían obligarla a ser madre. Para Karla, las situaciones más difíciles son los de mujeres que necesitan abortar porque no poseen recursos económicos o viven violencia y a Carolina el día que su amiga le pidió ayuda para abortar supo que necesitaba estar informada para que el procedimiento fuera seguro y sin estigmas.
Las tres son acompañantes de mujeres que deciden interrumpir su embarazo en Saltillo, ellas han recibido capacitaciones a través de distintas redes: Malú formó parte de Fondo de Aborto para la Justicia Social MARIA (Mujeres, Aborto, Reproducción, Información y Acompañamiento), una asociación civil que opera desde la Ciudad de México a nivel nacional, y ahora es la creadora de una de las redes de acompañantes en Saltillo, desde la cual se han brindado talleres. 
Desde sus primeras capacitaciones, Malú al igual que Karla y Carolina cada día buscan artículos médicos, actualizaciones oficiales y certificadas, para ampliar su conocimiento y acompañar a las mujeres no solo en el aspecto físico sino también en el psicológico. Actualmente, en la capital de Coahuila existen tres colectivas que acompañan a mujeres que desean interrumpir su embarazo, la Red Aborto Seguro Saltillo, el Frente Feminista de Saltillo y Saltillo Decide.

jueves, 30 de agosto de 2018

La ultima noche de Nahui Oli en el MUNAL


Entre los pasillos de fotografías escucho la voz de una niña:
-Pero yo quiero ver aquí.- Es una mujer sin ropa-Le dice su madre mientras la toma del hombro sutilmente para que no se entretenga observando las piernas o el pubis de Nahui Oli. La mujer que exponía sus desnudos en su casa y cobraba para que los pudieran admirar, porque se asumía no como objeto sino como la esencia de la obra de quien la pintaba o la fotografiaba.
Conocer los tránsitos de Carmen Mondragón Valseca, bautizada por uno de sus amores y su gran influencia como Nahui Oli (investiguen por que), en una noche como ésta fue providencial, porque los miércoles de noche de museos siempre tenía clase, hoy no, y en el preámbulo de mis despedidas (en otro de mis lugares favoritos, el MUNAL) tuve la fortuna de ser guiada por la “Mirada infinita” de una mujer que se sabía bella e inteligente.  Una mujer que trasladaba su casa de Tacubaya a sus paisajes parisinos, que pintaba la felicidad, los soles de sus nalgas, la obsesión por sus ojos y los gatos, el reflejo de ella misma en sus amantes.




miércoles, 29 de agosto de 2018

Sólo quizá provienen de ahí...

Un día hace muchos años, en algún lugar llamado Castaños, tuve y conocí a mis abuelos, este nudo de células que soy, quizá mi nariz, mis ojos y mis locuras, solo quizás provienen de ahí...
Y debo contar sobre ella, que yo nunca sentí sus manos, nunca toqué su rostro, nunca supe como sonreía, mis hermanas me hicieron imaginarla, dicen que era la abuela mas buena, que le encantaba hacer mucha comida para todo el que llegaba, yo no conocí a la abuela, a la florecita, a la abuelita Lela, la vi en algunas fotografías, parecía una señora muy seria, pero creo que su mirada era la misma que reconocía en los ojos de mi madre... También tuve un abuelo con vitíligo, al que no le gustaban los gatos y usaba una hulera para pegarles, Don Toño, Don Antonio Méndez, un abuelo al que le encantaba la polaca y según cuentan también las mujeres, un abuelo que siempre leía periódicos viejos, era un abuelo alto y canoso, que llegaba a casa para almorzar huevos rancheros, un abuelo que según recuerdo no se quería morir..
A la abuela Chencha, Chenchita para algunos, la conocí poco, pero según me cuentan era la mamá grande, la matriarca, yo la veía con su cabello cano, ese que luchaba contra el cabello obscuro en su perfecta cebolla trenzada, con sus arrugas bien puestas y su bastón, yo era muy chiquita y me obligaban a darle siempre el beso de bienvenida. Recuerdo su funeral, le dije a mamá: -cárgame, pero cárgame parada-.
Y yo podría escribir una larga historia del abuelo Julio que se me perdió, pero hoy me conformaré con decirles que fue el abuelo que más amé..

sábado, 25 de marzo de 2017

La calma pasajera de Juárez



Ese día hace poco más de un año Juárez nos recibió en calma, el sol apenas se asomaba por la ventana del autobús y por las calles no había gente, ni ruido, se habían suspendido todas las actividades laborales y escolares para dar la bienvenida al papa Francisco. 
En la central de Autobuses, se distinguían grupos de católicos pero sobre todo las religiosas con sus hábitos negros.
Recuerdo que un taxista nos llevó al centro, el hombre nos platicó que en tiempos violentos llegó a ver hasta tres ejecuciones o pasar cerca de ellas, lo recuerdo contento por la visita del papa Francisco, decía que por fin Ciudad Juárez recibiría a mucha gente que se había ido y que por lo menos esta vez los otros, los turistas irían visitar al papa y no atraídos por el morbo a los lugares donde se han encontrado los cuerpos de mujeres asesinadas.
En nuestro primer día desayunamos rico en un café tradicional, que luego se convertiría en  nuestra oficina,  había tanto que escribir, la entrevista telefónica de Norma Andrade, quien estaba exiliada en DF por los atentados que sufrió en la lucha por hacer justicia a su hija asesinada en Ciudad Juárez y su descontento por la visita de Francisco.
En el centro justo en la fuente de Tintán esperábamos con impaciencia al señor José Castillo, padre de Esmeralda Castillo desaparecida desde 2009. Antes de su llegada nos dimos oportunidad de entrevistar a un grupo de mujeres trabajadoras domesticas que por años sufrieron discriminación al estar como ilegales en los EUA.  Después Don José Castillo nos dio un recorrido por las calles donde desparecieron decenas de mujeres en el centro de Ciudad Juárez, su hija tenía apenas 14 años cuando despareció, y fue quizá esa caminata de dolor observando las cruces negras sobre fondos rosas que no vería el papa, la entrevista que más me gustó, recuerdo al hombre con la fotografía de Esmeralda y se me enchina el cuero.
Fueron horas dedicadas a escribir y enviar, comer y deambular por el centro entre calles llenas de peregrinos y prepararnos para un enlace en Radio, y así esperar para llegar a con las personas que amablemente nos darían cobijo en sus casas, éramos una especie de periodistas peregrinos que no teníamos donde pasar la noche, y es que los hoteles habían subido casi tres o cinco veces sus precios con la visita del Sumo Pontífice, no había cuartos para esos días.
Un matrimonio católico de la Diócesis de Juárez nos recibió en su casa, gracias a Carlos y Marcela pudimos realizar nuestra cobertura en los días siguientes. Eran dos jóvenes de catedráticos, con un bebé y una nena hermosa que fue nuestra principal anfitriona a la hora de cenar y desayunar.  En los recorridos Carlos nos contaba el desarrollo de Juárez, la violencia  que sufrieron pero sobre todo la esperanza que tenían…
El día de Francisco en Juárez fue un caos, rutas de transporte saturadas y las pocas líneas de metrobus que llevaban a las vayas por donde él pasaría estaban llenísimas, pudimos llegar a un muy buen punto, caminamos kilómetros y kilómetros entre devotos que rezaban, danzaban y ofrecían alimentos, aquello era una fiesta, hasta que por fin conseguimos la foto de Francisco, se veía cansado, apenas  y sonreía, pero daba bendiciones desde el papamóvil que recorría a toda velocidad por la avenida Tecnológico después de haber estado en el Cereso.
Los autobuses que transportaban diariamente a los trabajadores de las maquiladoras sirvieron para llevar a los monaguillos, a los coros y a miles de católicos a la misa que daría  Francisco en la Frontera. Como pudimos llegamos hasta lo que un día fueron los antiguas terrenos de la feria de Juárez para escucharlo y claro seguir haciendo la nota entre aquella multitud…
Pienso que por esos días Juárez fue otra ciudad, una diferente a la que yo no conozco, se convirtió por horas en la más segura del mundo, y creo que tuvo un poquito de esperanza.




martes, 14 de febrero de 2017

MORIR EN PEDACITOS

Confieso que tengo miedo de morir como ella, yo no podría con tanto dolor, sí algún día descubro que esa maldita enfermedad invade mi cuerpo viviré hasta donde pueda, viviré completa y sin sufrimiento, no quiero morir  poco a poco en pedacitos...

Partos convertidos en duelo.

  Por: Leticia Espinoza "Por violencia obstétrica pude no haber nacido, pero aquí estoy para luchar por todas", se leía en el letr...