lunes, 14 de enero de 2008

Voz de Dios en el silencio


El toque una tradición.

A lo largo de las iglesias es muy dificil encontrar un campanero oficial que esté pendiente las 24 horas del toque de las campanas, este noble servicio a Dios se ha pasado de generación en generación entre los laicos que se ponen a disposición de la iglesia para dar el toque en diferentes horarios.
En la iglesia Santiago Apóstol Ricardo Sifuentes Vázquez es uno de los servidores que por más de 20 años ha tocado las campanas en los horarios de la tarde.
Don Ricardo comenta que hace muchos años, a él, lo enseñó Don Pedrito uno de los campaneros de antaño.
A la fecha Don Ricardo da las campanadas de las seis de la tarde, para ello comenta que son 3 toques los que se dan, media hora antes cada quince minutos para que inicie la misa.
“Media hora antes se da una llamada con un toque largo y 33 toques seguidos, y así consecutivamente aumentan los toques largos conforme sean la segunda y tercera llamada, lo que no cambia son las 33 toques seguidos puesto que representa la edad que tenía Jesucristo cuando murioó en la cruz” explicó.
Además de los llamados a misa ordinaria, el campanero menciona que existen otros: para misas de difuntos, para la celebración de los santos patronos de las iglesias, y para la elección del Papa.
Resulta dificil creer que Don Ricardo sea quien suene las campanas, siendo una persona de complexión delgada, puesto que la que a él le corresponde es la principal que pesa más de una tonelada según lo comenta el historiador José Luna Lastra.Para Don Ricardo es un honor ser campanero y ser guadalupano, puesto que mantiene su condición realizando mucho ejercicio. Es éste mismo personaje quien en infinidad de ocasiones ha gitado las vivas a la morenita del Tepeyac en las carreras guadalupanas. Así que por las tardes cuando alguien escuche el llamado a misa que da la grave voz de la campana mayor de la iglesia Santiago Apóstol seguramente es Don Ricardo quien con la fuerza de su corazón la hace vibrar.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

me gusta leerte, te imagino escribiendo, pensando, borrando y nuevamente, así, hasta que te satisface lo plasmado. aun que hace tiempo no pinceleas tu blog. sabes te admiro mucho.

hasta algún día......en algún tiempo.......por siempre.

Jesús Guajardo dijo...

Muro de las Campanas

Con la restauración que se llevó a cabo en la Parroquia de Santiago Apóstol en Monclova a fines de los ochenta, se fundió una nueva campana. Por lo que quedaron las dos antiguas ya rotas en desuso, dejado su lugar en el campanario a una nueva.

Como artista local, Jesús Guajardo, fue invitado para realizar un diseño que albergara honrosamente al par de campanas que tantas veces llamaron al pueblo de Monclova: La idea fue que dos esbeltos nichos las cobijaran, uno orientado hacia a la entrada del templo y otro virado hacia la plaza, se encuentra ubicado en la parte poniente del atrio de la parroquia en el único sitio que nos representaba un vacio. Construido por el maestro cantero Padilla, de Cuatro Ciénegas, con material extraído de allá mismo.

El Muro tiene una grada continua a todo lo largo y dos a manera de peldaños en torno a los nichos. Los nichos ubicados en el lado externo del atrio y se unen al edificio parroquial por un muro desarrollado en dos planos, Allí se encuentran varios elementos: el cerro de la Gloria significan lo perenne; representado por las plantas nativas de esta región las comunidades indígenas y por el mestizaje tenemos una espadaña, símbolo de la evangelización franciscana.

Las campanas, habían sido fundidas especialmente para esta parroquia en los años 1797 y 1886 respectivamente, forman parte de la historia misma de nuestra Monclova.

Durante la revolución mexicana, la lejana población de Monclova jugaría un papel muy importante en el desarrollo de los acontecimientos de esa sangrienta época, pues fue el Gobernador de Coahuila don Venustiano Carranza el primero en alzar su voz contra los hechos de la decena trágica en la capital de la república en febrero de 1913 y contra la presidencia del general Huerta.

Después de la firma del Plan de Guadalupe en marzo, Carranza es nombrado Primer Jefe del Ejército Constitucionalista y se establece entre Monclova y Piedras Negras, hasta que el 10 julio de 1913, las fuerzas federales al mando del coronel Joaquín Mass atacan y se posesionan de Monclova y la región.

En marzo de 1914, se desarrollaron una serie de batallas en las que se enfrentaron las fuerzas carrancistas para arrebatar Monclova a los huertistas. Los lugares en que se atrincheraron los federales fueron principalmente las áreas elevadas de la población: el campanario de la Parroquia de Santiago Apóstol, la loma de Zapopan con su templo La Ermita y la Loma de la Bartola, punto intermedio entre Monclova y la estación de ferrocarril, muy en auge en aquellos años.

La parroquia de Santiago Apóstol aun no contaba con la torre de campanario, ya que ésta fue añadida en los años cuarenta; pero el primer cuerpo del su campanario sirvió de fortaleza para los federales. Hoy, gracias a la magia del instante capturado en una fotografía, vemos la situación de la batalla, vemos en detalle que los huertistas levantaron un muro de adobe para atrincherarse, similar a otro en torno la Ermita y en loma de la Bartola.

Hoy no podemos ver las huellas dejadas en la torre, borradas ya por el tiempo y las varias restauraciones. Pero si vemos con gran detalle las marcas de balazos en ambas campanas, heridas durante esas batallas.

En Monclova somos afortunados pues podemos palpar los huecos dejados por aquellas balas, que han de haberse escuchado en todo Monclova, no solo por la detonación sino por el peculiar tañido; gritos rotos, heridas de la lucha por rescatar a nuestro país de las sombras de la ilegalidad en el poder.

Jesús Guajardo

Jesús Guajardo dijo...

No se si se agrego bien mi comentario, nunca habia usado un Blog. Gracias por tu interes.

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